Hace décadas, LG llegó a Chile con sus productos de línea blanca, convirtiéndose en uno de los primeros países del mundo en recibirnos. Desde esta lejana tierra, con su gente cálida y acogedora, LG comenzó a expandir su presencia, abriéndose al mundo y transformándose en lo que hoy es: una marca internacional, reconocida y preferida por millones de personas alrededor del mundo.

Chile fue el primer impulso, el motor que permitió que una marca de gran innovación cruzara fronteras y llegara a los hogares de tantas familias. Fue aquí donde nacieron las bases de lo que LG es hoy, y por eso siempre sentiremos un profundo agradecimiento.

Así como artistas de renombre a lo largo de la historia han expresado su admiración y gratitud hacia Chile por su gente, su lealtad y su calidez, nosotros, LG, también queremos hoy hacer lo mismo. Porque son los hogares chilenos los que nos han dado su preferencia, los que han confiado en nuestra tecnología para acompañar sus momentos más importantes y mejorar su día a día. Chile nos ha permitido formar parte de su vida, de sus espacios más íntimos, y eso es un honor que jamás tomaremos a la ligera.

Hoy, queremos agradecer profundamente a Chile por habernos recibido con los brazos abiertos, sin dudas, sin temores. En un momento en el que aún no sabíamos cómo llegar, ustedes nos dieron un lugar, nos recibieron con orgullo, y nos permitieron estar presentes en la vida cotidiana de miles de hogares. Ese "gracias" que expresamos hoy va más allá de las palabras; es un compromiso renovado para seguir entregando lo mejor de nosotros, con el mismo cariño y dedicación con los que Chile nos ha acogido.