Los paneles OLED emiten su propia luz a nivel de píxel, lo que ofrece negros casi perfectos, un contraste excepcional y colores vivos. También ofrecen tiempos de respuesta ultrarrápidos, lo que los hace ideales para monitores de gaming de alta gama, televisores premium y edición de vídeo profesional.
Los paneles IPS son conocidos por su precisa reproducción del color y sus amplios ángulos de visión, lo que mantiene las imágenes nítidas desde varias posiciones. Esto los hace adecuados para el trabajo de oficina, el diseño y el gaming. Su excelente precisión de color es especialmente atractiva para los jugadores que desean experimentar los efectos visuales exactamente como los desarrolladores los concibieron.
Los paneles VA cuentan con la relación de contraste más alta entre los tipos de LCD, lo que proporciona una experiencia inmersiva para ver películas y vídeos. Aunque no son tan rápidos como los paneles TN, ofrecen un rendimiento casi comparable.