Si con el paso del tiempo, la batería de tu teléfono móvil o tablet, no dura como el primer día, se descarga rápido o la autonomía ya no es la que indicaba el fabricante, lo más probable es que esté llegando al final de su vida útil.
Las baterías son dispositivos químicos, y como tales, se alteran con el paso del tiempo. Casi desde el mismo momento en que se fabrican, comienzan a perder propiedades paulatinamente. Existen factores que aceleran o ralentizan este proceso, por ejemplo: el número de ciclos de carga, la temperatura ambiente, la cantidad de energía que demandamos...
En esta guía vamos a proporcionarte una serie de artículos recomendados para leer, que te darán consejos tanto para alargar la vida útil de tu batería, como para optimizar el consumo de tu dispositivo. También una sección de preguntas frecuentes, que seguro aclararán muchas dudas.
En efecto, así es. Aunque no utilicemos la batería, al ser un compuesto químico, tiene un proceso de autodescarga inevitable. Este se ve alterado por la temperatura ambiente. Cuanto mayor sea, más rápido se descargará. La tecnología de fabricación también influye, retrasando este fenómeno cuanto más moderna y actual sea la batería.
Pues depende de la tecnología que integre y de la forma en que usamos la batería. En el caso de modelos de Ión de Litio, si descargamos totalmente y volvemos a cargar hasta el 100%, tendremos unos 500 ciclos. Si cargamos desde el 50%, la cifra sube a 1500.
Por supuesto. Cuanto mejor sea la cobertura, menos energía gastará el dispositivo para funcionar. Si frecuentas zonas con una señal pobre, tu dispositivo gastará más energía para incrementar su sensibilidad.
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