Calienta el horno a 390 ℉ (200 °C). Pon las patatas en una cacerola y cúbrelas con agua.

Deja hervir a fuego medio-alto. Baja el fuego a medio, cubre y continúa hirviendo durante unos 10 a 15 minutos.

Mientras tanto, en una cacerola mediana, derrite cuatro cucharadas de mantequilla a fuego medio.

Agrega la harina y revuelve hasta que esté homogéneo y burbujeante. Agrega la leche y continúa cocinando y revolviendo, hasta que espese.

Reserva aproximadamente 1/2 taza de queso cheddar y dos cucharadas de queso parmesano o romano; deja de lado.

Agrega el resto del queso cheddar y romano o parmesano a la salsa y continúa cocinando y revolviendo, hasta que el queso se derrita.

Agrega las papas escurridas y revuelve suavemente para cubrir completamente. Transfiere la mezcla de papa a la fuente para hornear preparada.

Espolvorea los quesos cheddar y parmesano o romano reservados sobre la mezcla de papa. Derrite la mantequilla restante y mezcla con el pan rallado. Espolvorea uniformemente sobre la capa de queso.

Hornea por 15 minutos, luego enciende el horno para asar y asa durante un minuto más o menos, hasta que esté bien dorado.