Si su aire acondicionado no enfría adecuadamente o el flujo de aire no es tan poderoso como debería ser, su sistema HVAC puede estar indicando que los conductos o ventilaciones están bloqueados. Afortunadamente, este es un problema que a menudo se puede remediar fácilmente. Un buen lugar para comenzar son los filtros. Cuando los filtros están sucios, el aire no puede fluir correctamente a través de su sistema y enfriar el aire de su hogar. Los filtros están ubicados en sus unidades interiores o quizás detrás de la rejilla en el pasillo si tiene un sistema de conductos. Estos deben cambiarse con regularidad para que el aire fluya libremente. Mantener el condensador exterior limpio y sin residuos también es importante para garantizar un flujo de aire adecuado. Puede limpiar la suciedad de todos los lados del condensador con una manguera de jardín después de apagar el sistema.

Si su sistema de HVAC emite chillidos o chirridos, es posible que le indique que es hora de reemplazarlo o al menos de un chequeo completo. Los sonidos extraños significan que hay un problema grave dentro del sistema. Asegúrese de contactar a un técnico si su sistema HVAC es ruidoso. Los olores extraños también son una señal de que algo anda mal. El moho y los hongos pueden acumularse en un sistema de HVAC y causar problemas de salud para su familia. Los olores inusuales también pueden significar que existe un problema con el cableado en el sistema que tiene el potencial de ser peligroso. Esté atento a los sonidos y olores extraños provenientes de su sistema.

Cuando el aire fluye suavemente pero no está frío, es posible que su sistema le indique que el compresor tene escapatoria. Los bajos niveles de refrigerante también pueden ser los culpables. Las fugas de refrigerante pueden ser un problema peligroso, por lo que es mejor que revisen su sistema lo antes posible una vez que note una disminución en el rendimiento de enfriamiento.

La aparición de hielo que aparece en las tuberías de su sistema HVAC es una señal de que está congelada y esto dificultará la capacidad del sistema para enfriarse ya que el refrigerante no podrá fluir correctamente. El sistema se puede descongelar como una solución temporal dejando el ventilador encendido con el aire acondicionado apagado. Si el sistema se congela de nuevo, es posible que haya algún problema grave con el sistema y será necesario mantenimiento o reequipamiento. En última instancia, el problema podría ser algo tan simple como un filtro sucio o conductos bloqueados. Una vez más, comprobar el filtro y los conductos de todo el sistema es un buen punto de partida. Si esto no resuelve el problema, es hora de que un especialista venga a echar un vistazo.

Si encuentra agua o humedad alrededor de los componentes de su sistema HVAC, su sistema le está diciendo que tiene una fuga. Esto podría ser simplemente un bloqueo o una fuga de la bomba de condensado, que debería cambiarse o repararse. La humedad alrededor de los componentes del sistema eventualmente conducirá a la formación de moho y hongos. También puede ser una fuga de refrigerante que podría ser peligrosa para las personas en el hogar. El mantenimiento o las reparaciones deben realizarse a la primera señal de fuga para evitar problemas más graves en un futuro próximo.

Si escucha con atención, su sistema HVAC tiene mucho que decir. Prestar mucha atención al sistema es la mejor manera de mantenerse seguro y cómodo y, al mismo tiempo, evitar mayores costos potenciales en el futuro. Cuando su sistema HVAC hable, ¡asegúrese de escuchar!